Jure jamas pensar en balas en mi cabeza, la vida pesa y mata como la prisa, yo soy la ceniza de hierba tailandesa. Sueño sabor a fresa que funcionan a pilas, como el llanto de los niños rotos en su habitacion, yo vivo mi cancion real como la envidia ; la que me enseño a escapar en chandal y zapatillas.
Al borde de una orilla donde brille mi ausencia, donde gaste el amooor con el sudor de la inocencia, asi estoy, solo voy flotando, solo, haciendolo tan fuerte que me escuche mi cielo, balas y caramelo no se si Dios nos oida.
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